El óxido de magnesio, es aplicado en medicina usualmente a manera de hidróxido de magnesio, por ejemplo en presentaciones de antiácidos líquidos o tabletas.
Por lo general el óxido de magnesio no es mayormente absorbido, y la parte que lo es no se concentra en la leche materna, por lo que no representa un riesgo durante la lactancia.
Su uso es posible, en tanto se realice de forma moderada y preferiblemente con una indicación médica que lo amerite. Debe evitarse el consumo excesivo y por largos períodos.
Recuerde que la lactancia materna debe ser el alimento exclusivo durante los primeros 6 meses de vida de tu bebé. No olvide mantener una alimentación balanceada y una buena hidratación, así como rectificar su postura al momento de lactar para evitar molestias. No dude en solicitar apoyo de promotores o asesores de lactancia.