No es una tarea fácil, no porque no sea posible sino porque el bebé está en un proceso adaptativo de sus ciclos de sueño y vigilia: su ciclo circadiano aún no tiene el entrenamiento adecuado para saber que tiene que dormir de noche. Los niños a esa edad duermen mucho más tiempo de día y por consiguiente, llega un momento de la noche en que se ponen más activos y por eso hacerlos dormir resulta incluso para algunos padres una odisea. Debe tener mucha paciencia. Ahora bien, el llanto de un bebé es la manera que él tiene para comunicarse con ustedes. Con el paso del tiempo irá aprendiendo a qué se debe cada llanto (frío, calor, hambre, sed, deseos de contacto). Cuando esa situación se presente no se desespere y trate de ir descubriendo qué cosa le sucede para luego tranquilizarlo. Como le digo no va a ser una tarea fácil y necesita paciencia, mucha paciencia.