La ingesta de alcohol etílico puede exacerbar los efectos adversos del meloxicam, en caso de que se presenten. Es un antiinflamatorio no esteroideo, y éstos comúnmente se asocian a síntomas gastrointestinales como ardor estomacal, eructos, reflujo gastroesofágico, e incluso sangrado por las vías digestivas. No son comunes, pero el uso crónico aumenta su presentación y puede vincularse a falla renal. Por eso no es recomendable consumirlo sin indicación médica.