Es posible por varias razones: 1) Que la bacteria sea resistente el tratamiento antibiótico recibido y por tanto la primera infección no resolvió 2) Una segunda infección por el mismo germen una vez ha resuelto el contagio inicial 3) Que la infección inicial se tratara de otro germen causal de infecciones de transmisión sexual. 4) Que sea muy pronto para tomar la prueba y aunque la infección ya resolvió la prueba sigue positiva en sangre por un tiempo más.