La psoriasis no es un cáncer, es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel de origen autoinmune (las células que nos protegen de los agentes externos se descontrolan y reaccionan hacia las células del propio cuerpo). La principal causa es genética, sin embargo, hay factores ambientales que pueden predisponer al padecimiento de esta enfermedad como el cigarrillo, alcohol, obesidad, entre otros.
El tratamiento de la psoriasis depende de la severidad de la misma y van desde medicamentos tópicos (cremas), vitamina D, calcio y fototerapia hasta medicamentos inmunomoduladores (controlan la respuesta inmune del cuerpo) como el metrotexato.
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