Las secreciones vaginales se caracterizan por ser claras, no viscosas, inodoras y ayudan a mantener el PH vaginal en condiciones óptimas. La infección vaginal se caracteriza por tener síntomas como: flujo, prurito, ardor, irritación, disuria (ardor con la micción) producidos por la invasión o multiplicación de microorganismos y un disbalance generado en la mucosa vaginal. Existen situaciones que pueden predisponer a cursar con infección vaginal como: incontinencia, estrés, múltiples parejas sexuales, mala higiene, contraceptivos, antibióticos.
En el reporte oficial de la citología se reporta la cantidad de flujo (escaso o abundante) y el microorganismo presente en la secreción. Es importante evaluar las características del flujo, el aspecto, olor, síntomas asociados, tiempo de duración para evaluar globalmente esta condición. Si el flujo vaginal persiste y genera sintomatología asociada, consulte a su médico.