Indica que tienes cambios propios para la edad y esperables para este entonces. Con la menopausia la hidratación de la vagina cambia y genera cambios atróficos o resequedad de la zona que impide que continúe siendo como ha venido siendo toda la vida. Por tanto son cambios benignos que no deben ser manejados. Es importante que, así no tenga ningún hallazgo importante la lleves con tu médico tratante para que lo pongan en tu historia clínica.