El malestar que experimenta se relaciona con la incapacidad del organismo para continuar el metabolismo del etanol, lo que ocasiona la acumulación de acetaldehído generando síntomas como dolor de cabeza, malestar, náuseas, vómitos, enrojecimiento, dolor de pecho, mareo.
El manejo inicial es sintomático, que puede realizarlo en casa con una buena hidratación (suero oral 30) y reposo. Los efectos pueden durar de algunos minutos hasta varias horas, dependiendo de la cantidad de medicamento o alcohol consumidos.
En caso de síntomas severos, dolor intenso, dificultad para respirar, desmayos, convulsiones; deberá acudir por urgencias e informar sobre los productos consumidos. El manejo en urgencias será principalmente de soporte, pero en algunos casos se podrá emplear algunos fármacos como el fomepizol, según disponibilidad.