Debe ser consciente que estos pensamientos invasivos hacen parte de su enfermedad (trastorno obsesivo compulsivo) y corresponden a manifestaciones de ansiedad, que no son un reflejo necesario de la realidad.
Si su inquietud persiste comuníquese con su centro educativo y solicite el envío de la información o requisitos suministrados, o aclare con ellos el estado de su matrícula o revísela en la copia que conserva.
Igualmente debe considerar que la situación que refiere no solo es muy improbable sino que puede constituir un delito al que no se expondría fácilmente una institución de educación superior.
Acuda a control médico para manejo de la ansiedad, haberla suspendido está trayendo consecuencias negativas para su calidad de vida y el futuro de su educación.