No es una práctica que esté contraindicada, simplemente que no se recomienda ya que el semen pueden sobrevivir algunos microorganismos causantes de infecciones de transmisión sexual como el VIH (virus de inmunodeficiencia humano), gonococo, VPH (virus del papiloma humano), HBV (virus de hepatitis B), HCV (virus de hepatitis C), chlamydia, entre otros. En ocasiones, su ingestión también puede producir cuadros de diarrea y dolor abdominal asociado.