El diclofenaco hace parte de un grupo de medicamentos llamados antiinflamatorios no esteroideos y dentro de sus efectos adversos, fundamentalmente cuando su consumo es a altas dosis, se encuentra el compromiso renal. A diferencia de esto, el acetaminofen, analgésico de excelente potencia, no se encuentra relacionado con efectos renales adversos y por tanto su uso, incluso en pacientes con enfermedad renal previa, es seguro.