La somnolencia es uno de los efectos secundarios del ácido valpróico, pero deben hacerse ajustes de dosis periódicamente de tal manera que el paciente pueda conseguir el efecto necesario del medicamento pero que se produzca el menor efecto de somnolencia posible, y con esto permitir que la persona pueda seguir llevando su vida normalmente. Por lo anterior, debe asistir con el psiquiatra o neurólogo que se lo ha formulado y hacer el ajuste.