Esto por lo general está relacionado a tener unas amígdalas muy grandes lo cual favorece las infecciones. Otra causa sería la exposición a cambios de temperatura muy drásticos, mal higiene o alteraciones en las defensas del organismo por lo cual lo más recomendable es que asista a consulta presencial con su médico de cabecera para que el determine la pertinencia de mayores estudios.