Las manchas cutáneas pueden ser realmente difíciles de tratar dependiendo el tipo y que las produjo. Por lo general las superficiales suelen desaparecer con hidratación, cuidados del sol, tratamientos exfoliantes y el paso del tiempo. Las que son más profundas (como es el caso de las producidas por el acne fuerte) requieren tratamientos estéticos para disimularlas ya que en ocasiones no llegan a desaparecer. Las cicatrices si no desaparecen y requieren también tratamientos estéticos aún más avanzados y prolongados.