Los bebés o niños no se deben purgar de manera rutinaria, solo si lo requieren.
Si presenta síntomas que se relacionan con parasitosis como: aumento en el número de deposiciones al día, heces líquidas, pérdida de peso sin cambios en la alimentación, entre otros. Lo ideal es realizar un examen de heces y de reportar la presencia de parásitos, llevar a consulta con un médico general para que valore e indique el tratamiento adecuado según el parásito, ya que no en todos es eficaz cualquier purgante.
Si por el contrario no presenta ningún síntoma, NO está indicado el desparasitar de forma rutinaria y sólo debe hacerse en los casos que se demuestre la presencia de parásitos y se relacione con la clínica del bebé.
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