Las anemias hemolíticas autoinmunes suelen tener un componente hereditario (derivado de la enfermedad autoinmune) que no se ha logrado establecer de manera puntual por lo que no ha sido posible determinar un patrón de herencia genética específica para este tipo de enfermedades.
Es decir, al existir este tipo de enfermedades en un núcleo familiar (Por ej: Madre) se aumenta el riesgo para sus descendientes (hijos) de padecer esta patología, sin ser del 100% dicha probabilidad, por lo los hijos podrían padecer o no esta dolencia.