Según lo que describes, son varias las posibilidades, entre ellas:
- Falta de higiene.
- Candidiasis.
- Liquen plano.
- Aftas.
- Lengua saburral.
- Tabaco y alcohol.
- Gastritis.
- Problemas hepáticos.
Para comenzar debes intentar con mejorar tu higiene bucal:
- Limpiarte adecuadamente la boca después de cada comida, haciendo especial énfasis en la lengua.
- Beber abundantes líquidos.
Si hecho esto, en un par de días no evidencias mejoría, debes acudir a una valoración médica presencial, para realizar un examen físico adecuado y determinar la causa especifica e instaurar el tratamiento ideal.
Espero haber aclarado tu duda, ante cualquier nueva inquietud estaremos atentos.