La Disgeusia y la Anosmia (pérdida del gusto y el olfato, respectivamente) son frecuentes cuando se tienen enfermedades respiratorias de vías altas como la gripe. Otras causas de pérdida del gusto y el olfato se pueden relacionar por ejemplo con intoxicaciones por algunas sustancias, por el uso de ciertos medicamentos o inclusive por lesiones de tipo neurológico generalmente traumáticas que comprometen el cerebro.