Ambos medicamentos hacen parte del grupo de los bloqueadores de canales de calcio. Sin embargo, el nifedipino hace parte de las dihidropiridinas mientras que el verapamilo no hace parte de este grupo, de hecho, es una fenilalquilamina. Por lo que, a pesar de pertenecer al mismo grupo, tiene un perfil de efectos secundarios diferentes. Y por esta razón se adecuan a las enfermedades que tenga el paciente.
Por ejemplo, el verapamilo produce un mayor bloque del nodo A-V (disminuye la frecuencia cardiaca) de forma más marcada y puede llegar a producir bradicardia e incluso bloqueos cardiacos. Mientras que el nifedipino no tiene tanto efecto sobre la frecuencia cardiaca como el verapamilo y es más eficaz en la hipertensión arterial sistólica aislada de los ancianos que el verapamilo.
En general, a pesar de ser del mismo grupo, actúan de forma diferente y tienen efectos adversos diferentes que pueden ser o no deseados de acuerdo con las enfermedades del paciente. Por lo tanto, solo deben ser usados bajo supervisión médica a la dosis y frecuencia indicada en la formula médica.
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