Podrían, pero también podrían ocurrir por cambios en la temperatura, por estrés, ansiedad entre otros. Los sofocos no son un síntoma específico de alguna condición.
La mejor forma de saber si usted tiene la infección o no es realizando una prueba, ojalá de cuarta generación, pasados 20 días de la relación de riesgo. Si esta situación no le deja estar tranquilo, posiblemente requiera apoyo por un profesional de la psicología.