No es necesario esperar años. Después de aproximadamente 6 semanas desde la cirugía puede reiniciar su rutina de ejercicios, iniciando de forma paulatina, teniendo precaución en no realizar una actividad superior a sus capacidades. La mejor forma de evitar esas complicaciones es no realizando actividad física exagerada durante el periodo de recuperación, para que los tejidos puedan cicatrizar normalmente.
De todas formas, es recomendable que su médico de cabecera la valore antes de empezar a realizar ejercicio, para que después de una valoración presencial y específica para su caso, se puede determinar el mejor momento para iniciar actividad física.
Recuerde mantener su herida quirúrgica limpia, lavarla con agua y jabón, no usar sustancias irritantes como yodo o alcohol.
Si ve que la herida está roja, se abre, sale pus, tiene fiebre, el sangrado vaginal aumenta, huele mal o tiene dolor abdominal intenso, debe acudir por urgencias.