Si está lactando al bebé, no pare la lactancia, eso le ayuda mucho a mantenerse hidratado y le aporta anticuerpos contra agentes infecciosos. Lo más importante ahora es evitar que se deshidrate. Si nota que el bebé está muy irritable, que no quiere recibir seno o alimentos, que vomita mucho o hace demasiadas deposiciones, llévelo a evaluación por cita prioritaria o urgencias. Signos de alarma a tener en cuenta: Fiebre alta, vómitos abundantes, intolerancia a la vía oral, deposiciones líquidas abundantes ( especialmente fétidas, con moco y/o sangre ), boca seca, llanto sin lágrimas, irritabilidad que no calma. Si estos síntomas aparecen, puede llegar a ser necesario manejo de urgencias. Puede darle suero oral a lo largo del día, en sorbos pequeños.