Dentro de las 2 a 4 semanas después de la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), las personas pueden sentirse enfermas como si tuvieran la influenza (gripe) y esto puede durar algunas semanas. Los síntomas incluyen fiebre, escalofríos, sarpullido, sudores nocturnos, dolores musculares, dolor de garganta, fatiga, inflamación de los ganglios linfáticos y úlceras en la boca. Esta es la respuesta natural del cuerpo a la infección.
Para las personas VIH negativas, las probabilidades de contraer el VIH al tener relaciones sexuales orales con una persona VIH positiva son EXTREMADAMENTE BAJAS. El tipo de sexo oral que puede ser el más riesgoso es el sexo oral de boca con pene. Pero el riesgo sigue siendo muy bajo, mucho más bajo que a través del sexo anal o vaginal. Aunque el riesgo de transmisión del VIH mediante el sexo oral es bajo, hay varios factores que pueden aumentar ese riesgo, y estos incluyen el contacto oral con sangre menstrual, la presencia de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS) y tener encías sangrantes o llagas en la boca, la vagina o el pene.
Todo lo anterior, lo agrego con la intención de que te informes sobre el tema y comprendas que el riesgo de estar infectado con VIH es extremadamente bajo.
Los síntomas que estás presentando son muy inespecificos y existen muchas causas posibles en que pensar antes que un VIH.
Mi sugerencia es que te tranquilices, el cuadro muy probablemente se trata de una infección intestinal, lo ideal es acudir a consulta presencial con un médico general, para ser valorado, realizar los estudios pertinentes (heces), establecer la causa e instaurar el tratamiento necesario.
Es fundamental que consumas abundante líquido para evitar la deshidratación, evita alimentos como lácteos, embutidos, grasas, queso, azucares, picantes o alimentos muy condimentados.
Espero aclarar tu duda y ser de ayuda, te sugiero que en futuras ocasiones hagas uso de un método anticonceptivo como el condón que además evita el contagio de enfermedades de transmisión sexual