El motivo por el que aparecen los cólicos menstruales es la contracción de los músculos del útero de manera intermitente en respuesta a la producción de sustancias inflamatorias (prostaglandinas) con el fin de generar el desprendimiento de las paredes uterinas y de regenerarlas en una fase posterior del ciclo.
Este proceso es diferente entre las mujeres debido a que cada individuo cuenta con una tolerancia al dolor particular, así como suelen existir variaciones en el proceso fisiológico de la menstruación (generación de sustancias inflamatorias, descamación uterina, entre otros).
Para manejar el dolor abdominal resultante de la menstruación suele ser necesario medicamentos que interfieren con las vías inflamatorias implicadas (Naproxeno, diclofenaco, entre otros), así como medidas locales que contribuyan al confort (uso de calor en el abdomen, reposo, etc), de esta manera con el paso del tiempo suele ir disminuyendo hasta desaparecer con el comienzo del nuevo ciclo.