No es necesario que se preocupe. Esto puede corresponder a características individuales y respuesta a la temperatura ambiental. El rostro tiene una piel más delgada por lo que puede que responda a estos cambios de forma más notoria. Es posible que por el contrario perciba el resto de la cabeza con una temperatura ligeramente superior, sin ser esto anormal.
Este atenta a signos de alarma para consultar por urgencias: el niño se encuentra somnoliento, no come o todo lo vomita, respira con dificultad, se pone azul o morado.