En ausencia de antecedentes específicos, no hay mayor inconveniente en cohabitar con una mascota vacunada y aseada.
Puede existir un mayor riesgo de procesos alérgicos o atópicos en ciertas personas que tengan predisposición, por el mayor contacto con pelos y ácaros caninos. Igualmente, dependiendo de las actividades de la mascota, podría haber mayor exposición a exoparásitos como garrapatas o pulgas.
En este sentido, no hay contraindicación para dormir con su mascota, pero si es recomendable que lo mantenga aseado, desparasitado y con sus vacunas al día. No olvide llevarlo a control con su veterinario.