Las consecuencias surgen del uso inadecuado del consumo de las bebidas estimulantes o energéticas. Cuando se toman muchas bebidas energéticas en un periodo corto de tiempo, el organismo podría colapsar, alterando sistemas importantes de nuestro cuerpo como el cerebro y el corazón.
Además, por contener cafeína son adictivas, producen insomnio, taquicardia, irritabilidad y ansiedad, deshidratación, temblores, malestar intestinal, dolor en el pecho, diarrea, dolor de cabeza y hormigueo en el cuerpo, puede afectar la concentración, la frecuencia cardiaca y aumentar el apetito que conlleva a la obesidad.
Dentro de las consecuencias o complicaciones más frecuentes se encuentran: convulsiones, crisis hipertensivas, arritmias cardíacas, infarto, accidentes cerebro vasculares, si se mezclan con alcohol pueden generar incluso un coma alcohólico, o muerte súbita.
La recomendación es llevar un estilo de vida saludable, incrementar actividad física aerobica por lo menos 30 minutos al día, mantener el peso adecuado, reducir al mínimo el consumo de alcohol, consumir una dieta rica en frutas y verduras, disminuir al mínimo las grasas animales, no fumar, evitar bebidas excitantes como el café y el consumo de bebidas energéticas, hidratarse correctamente con agua. Si consumes bebidas energéticas y presentar dolor de cabeza fuerte, nauseas o vómitos, confusión, cambios en la visión, dolor intenso en el pecho, sangrado nasal, asistir inmediatamente al servicio de urgencias.
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