La principal razón por la que un niño ve limitado su crecimiento y ganancia de peso se relaciona con deficiencias nutricionales, un niño mal alimentado o crónicamente enfermo verá afectado su desarrollo.
Dependiendo de la causa y el impacto generado podrían existir secuelas en su talla, en el desarrollo neurológico (su cerebro) y el estado inmunológico (sus defensas).
Es importante evaluar el peso inicial del niño y cómo ha sido su evolución en el tiempo, así como la relación con síntomas y posibles causas asociadas.
La alimentación en un menor de 6 meses, de acuerdo con la organización mundial de la salud (OMS), debería ser lactancia materna exclusiva. Pero es necesario que acuda a control médico de forma prioritaria para evaluar la necesidad de alimentación suplementaria y estudiar posibles causas de su estado actual.