Si estos síntomas ocurren a repetición, es importante descartar procesos infecciosos o irritativos a nivel genital o urinario.
Se tendrán que descartar condiciones como una epididimitis o una prostatitis que pueden tener un origen bacteriano o relacionarse con enfermedades de transmisión sexual.
Mantenga una buena ingesta de líquidos, no retenga las ganas de orinar y consuma una buena cantidad de fibra para evitar el estreñimiento.
Acuda a control si los síntomas son persistentes.