El tratamiento anti-isquémico para el infarto agudo de miocardio sin elevación del ST es complejo y requiere del direccionamiento médico; posiblemente toda la explicación que le de a continuación sea difícil de comprender, por lo que si esto no resuelve su duda, puede enviar una pregunta indicando con más precisión lo que desea saber. Es de anotar que la dosis depende del contexto clínico del paciente y por tal razón por este medio no brindamos ese tipo de información.
En el tratamiento antisquémico del síndrome coronario agudo sin elevación del ST debe dividirse en el manejo agudo o en el crónico.
En el agudo se basará en necesidades de oxígeno en caso de ser necesarias, del dolor mediante morfina, vasodilatador con nitratos si la tensión es estable, además adicionar manejo antiagregante con ácido acetil salicilico junto a otro antiagregante del grupo de los inhibidores P2Y como el Clopidogrel, Prasugrel o el Ticagrelor, además en ausencia de contraindicaciones se debe adicionar tratamiento anticoagulante preferiblemente con Fondaparinux y en ausencia de este Enoxaparina. En caso de tratarse de paciente de muy alto riesgo se deberá adicionar un tercer antiagregante del orden de los inhibidores del GPIIb/IIIa como es el abciximab, el epifibatide o el tirofiban.
Posterior al manejo realizado intrahospitalariamente se continuará manejo según las patologías de base de cada paciente y en específico sobre el evento cardiaco se continuará el ácido acetil salicilico de por vida y un segundo antiagregante del orden de los inhibidores del P2Y por 12 meses (presentándose diferencias dependiendo si fue intervenido y que tipo de Stent se puso durante el procedimiento) siendo más potentes el Prasugrel y el Ticagrelol sin embargo ante mayor riesgo de sangrados se suele mantener es con Clopidogrel. La anticoagulación se mantendrá con Heparina de bajo peso molecular, Heparina No Fraccionada o Fondaparinux hasta la revascularización, hasta 7 días o hasta el egreso (lo que ocurra primero). Además se iniciará manejo con un Betabloqueador para regular el ritmo y esfuerzo del corazón, un Inhibidor de la enzima convertidores de la angiotensina para controlar el remodelado cardiaco posterior al síndrome coronario y una estatina para controlar los niveles de colesterol y así evitar que las coronarias (y otros casos) pudiesen volver a obstruirse. En caso de además presentar diabetes mellitus o disfunción ventricular se deberá adicionar un antagonista específico del receptor mineralocorticoide como la espironolactona o la eplerenona.
Todos estos manejos dependerán ciertamente de las características propias de cada caso y los antecedentes patológicos de cada paciente por lo cual todo este manejo deberá ser indicado por su médico, internista o cardiólogo de cabecera, quien además deberá realizar un seguimiento estricto del paciente y la respuesta a los medicamentos.
Espero haberle orientado.