Esto sucede porque ninguno de los métodos anticonceptivos existentes es 100% efectivo en evitar un embarazo no deseado. Hay muchas variables que influyen sobre la fertilidad de una mujer que no pueden ser controladas en su totalidad por un mismo producto, por lo que los manufactores de este producto se encuentran en la obligación de reportar un valor estimado de cuánto puede fallar el producto en cumplir su objetivo.