El reflujo se produce por un problema en el esfínter o anillo encargado de separar el esófago del estómago y que debe tener una tensión suficiente para impedir que el ácido del estómago suba hacia el esófago. La gastritis por su parte es una úlcera o laceración en la mucosa gástrica (que es la capa más interna del estómago) que produce inflamación y puede tener varias causas, entre ellas la infección por una bacteria llamada Helicobacter pylori. En cualquier caso, la diferencia se hace por un exámen llamado endoscopia que permite ver claramente la diferencia.