Se considera el menor o niño tiene un cuadro grave y debe ser valorado en urgencias, si presenta alguno o varios de los siguientes síntomas: diarrea con sangre, no tolera nada de comer o vomita todo lo que come, fiebre alta o que no cede con el tratamiento, convulsiona, se encuentra irritable o muy somnoliento, respira muy rápido o se le hunden las costillas.