La localización del dolor podría relacionarse con una inflamación de la fascia plantar (fascitis) o la presencia de lesiones óseas como espolones en el hueso calcáneo o pequeñas fracturas.
Es importante que acuda a control médico para complementar la evaluación y posiblemente solicitar estudios imagenológicos complementarios.
Por el momento puede administrar analgésicos simples, emplear una férula o tobillera durante la noche, insistir en la realización de estiramientos antes y después de realizar actividad física. En casa puede realizar ejercicios rodando una botella o una pequeña bola con la planta del pie.