Si consideras que tienes síntomas sugestivos de depresión (tristeza constante, llanto fácil, que no te den ganas de hacer las cosas que antes hacías y te causaban satisfacción o pensamiento negativos), lo mejor que puedes hacer es comentarle a alguien cercano preferiblemente adulto de tu confianza (padres, hermanos mayores, tíos, abuelos) acerca de lo que te está pasando y posteriormente consultar a tu médico de cabecera o con el psicólogo para que definan si lo que tienes sí es depresión, conocer la causa y establecer qué tipo de tratamiento necesitas (medicamentos o sólo terapia). -Recuerda buscar ayuda en alguien cercano y en quien puedas confiar.