Estos síntomas son inespecíficos, es decir no apuntan a un problema de salud preciso, y pueden tener muchas causas, entre ellas alteraciones en los electrolitos (potasio, por ejemplo), deshidratación, e incluso ansiedad. Es recomendable que si estos síntomas persisten o empeoran usted acuda a un médico general que pueda realiar un examen físico completo.