Esto no parece indicar ningún problema de salud, y puede deberse sobre todo a momentos en los cuales la extremidad está recibiendo mayor cantidad de sangre, tales como durante la actividad física o cuando se pone el brazo en una posición hacia el suelo (en favor de la gravedad). Esto no es motivo de preocupación. Si llega a presentar un dolor intenso u otra sintomatología entonces sí deberá acudir a un médico general para un examen físico completo.