Desafortunadamente la diabetes, es una enfermedad que hasta el momento no tiene cura. Debe ser manejada con medicamentos específicos que ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre. Estos deben acompañarse de un estilo de vida saludable que incluya actividad física moderada (caminar, trotar, bailar, nadar, montar bicicleta) y una dieta baja en carbohidratos (azúcar, pasteles, dulces...) y rica en vegetales, frutas, frutos secos, fibra y proteínas. De esta forma podrás prevenir complicaciones tales como: pie diabético, infartos cardiacos, trombosis cerebral, problemas en la circulación, falla renal y alteraciones en la retina.
Recuerda tomar tus glucometrías, manteniendo niveles entre 80-130 mg/dL antes de ingerir alimentos y menores a 180 mg/dL posterior a la ingesta de alimentos, asistir a control con tu médico de cabecera y recuerda los signos de alarma por los cuales debes asistir al servicio de urgencias: sed extrema, disuria (dolor o ardor al orinar), polaquiuria (necesidad frecuente de orinar), fatiga constante, somnolencia (estar más dormida), visión borrosa, heridas que no cicatrizan o lo hacen con dificultad, infecciones constantes por hongos, hormigueo en las extremidades.