Desde hace muchos años se ha recomendado el uso del estropajo, porque remueve las células muertas de la superficie de la piel y por tanto genera un efecto suave y renovador. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que no es muy oportuno hacerlo pues puedes sobrepasar la fuerza con la que haces la fricción con la piel y generar procesos inflamatorios locales, dermatitis y cicatrices de por vida. Lo que se recomienda es el uso frecuente de jabón y evitar el uso del estropajo de rutina.
Si tienes una condición especial y sufres de queratosis pilaris, es ideal que lo uses de forma intercalada y que humectes muy bien la piel después de utilizarlo para que no vayas a lesionar tu piel.