Esta sintomatología puede desaparecer en los próximos días sin necesidad de un manejo específico. Sin embargo, si presentas dolor o molestias, puedes utilizar antiinflamatorios (acetaminofén, naproxeno o ibuprofeno) para aliviar los síntomas.
Las inyecciones intramusculares pueden generar algunas complicaciones como la formación de una especie de bolsa con líquido en su interior (quistes), colección de pus (abscesos) debido a infección en el sitio de punción, colecciones de sangre (hematoma) por ruptura de un vaso sanguíneo o incluso lesiones en el nervio ciático. Es por esto que si la lesión aumenta de tamaño, la zona de la piel se enrojece, se torna caliente, presentas fiebre, dolor intenso o limitación para movilizar la extremidad, es necesaria una valoración presencial con tu médico tratante.