Los quistes hepáticos son pequeñas bolsas con líquido en su interior que por lo general no producen síntomas y se descubren de forma incidental al realizar alguna exploración del hígado (generalmente por ecografía o un TAC). Existen varios tipos como los quistes simples, los de gran tamaño (cuando miden mas de 5 cm), la enfermedad poliquística (cuando son más de 4) y los quistes hidatídicos (por parásitos como Echinococcus granulosus). También hay situaciones en las que se encuentran lesiones en el hígado que simulan quistes (abscesos, neoplasias, cistoadenomas, entre otros).
En ocasiones no requieren de ningún manejo y no suelen generar complicaciones. Sin embargo, en algunos casos se necesitan estudios complementarios para hacer un diagnóstico correcto sobre el tipo de quiste y brindar un tratamiento específico.