Ni el antecedente de dicha enfermedad ni el tamaño de su miembro son razones justificadas para no poder ejercer como policía por lo cual no debería haber problema alguno, de lo contrario podría demandar al establecimiento, sin embargo ninguna evaluación médica profesional consideraría esto un impedimento o discapacidad.
Para reforzar su seguridad lo más recomendable es que consulte con urología para determinar la pertinencia de cirugías que permiten agrandar el miembro.