Si entre algunos síntomas que puedes presentar son dolor al tragar, fiebre, boca seca, sed, sudoración, escalofríos, aparición de adenopatías (bolitas dolorosas en el cuello), disfonía (dificultad para hablar) y tos. Afortunadamente en la mayoría de casos las infecciones de garganta se auto limitan y no requieren de antibióticos, simplemente se manejan con una adecuada hidratación y control de síntomas con analgésicos de venta libre. En caso de que inicies con fiebre que no mejora con medicamentos, dificultad respiratoria, vomito persistente, convulsiones o desmayos debes acudir inmediatamente a una valoración medica.