Esto no es normal, pero el hecho de que haya sido transitorio indica que no hay ningún problema permanente en los vasos sanguíneos o nervios tanto del cerebro como de la cara (respectivamente). Estos episodios pueden ocurrir asociados a momentos de estrés o ansiedad. Sin embargo, esté atenta si vuelve a suceder y si se asocia a una limitación para la movilidad de los músculos de la cara o del habla, en cuyo caso debe dirigirse al servicio de urgencias de forma inmediata. Por el momento no tiene nada de qué preocuparse.