La infección por virus del herpes no suele ser completamente eliminada del organismo, como ocurre en el caso del herpes genital. Esta entra en un estado de latencia (como si durmiera el virus), almacenándose en los ganglios nerviosos, pudiendo cursar con períodos de exacerbación (reaparición de los síntomas). Durante estos períodos sintomáticos existe mayor riesgo de contagio ante el contacto con las lesiones, si bien durante las etapas asintomáticas el riesgo desciende esta posibilidad de contagio puede continuar.
La recomendación respecto al uso de condón va dirigida para reducir la transmisión, evitar el contagio de nuevas enfermedades de transmisión sexual además del herpes, reducir el riesgo de embarazos no planificados.