Para el manejo de las espinillas es importante el aseo de la zona afectada (lavados con agua y jabón con pH neutro), evitar cremas grasosas, desmaquillarse antes de dormir, entre otras medidas.
Sin embargo, de persistir el problema deberías consultar con un médico especialista en dermatología para que pueda valorar tu caso en particular y establecer si existe la necesidad de algún tratamiento específico, por ejemplo: cremas medicadas (Eritromicina, Peróxido de Benzoílo), o pastillas (Isotretinoína, entre otros).