La lejía es un producto que puede ser irritante para las vías respiratorias y puede en ocasiones agravar enfermedades como el asma, alergias, bronquitis. La mejor manera de cambiar de producto desinfectante, mantener una buena hidratación. En caso de persistencia de sintomatología consulta con tu médico de cabecera. Recuerda una alimentación balanceada rica en frutas y verduras.