Inicialmente es necesario disminuir la carga de glucosa en la sangre, por lo que se administra abundante líquido intravenoso. Pero posteriormente debe establecerse una etapa de mantenimiento en dónde es necesario que, ya habiendo descendido la glucosa lo suficiente, ahora debe mantenerse dentro de rangos manejables para el paciente diabético. De lo contrario, se llegaría al extremo de la hipoglicemia, lo cual claramente tampoco es un estado deseado en un paciente diabético.