Un sangrado que se prolongue por más de 8-12 días se considera como un signo de alarma que requiere valoración por parte de un médico en consulta presencial. Un sangrado irregular de estas características puede llegar a disminuir las cifras de hemoglobina causando mareos, palidez y otros síntomas molestos. Lo más importante es que se mantenga muy bien hidratada y con una buena alimentación rica en vegetales de hoja verde evitando acentuar el cuadro.