En términos generales estas dificultades no se relacionan con alteraciones orgánicas como malformaciones o defectos congénitos. No obstante, algunos estudios psicológicos pueden relacionar esto con mayor incomodidad de la madre o susceptibilidad a cambios de la gestación y a largo plazo con cambios o patrones de comportamiento del niño.
Es probable que dichas circunstancias no pasen a condiciones mayores. Sin embargo, si presenta tristeza, sensación de abandono o ansiedad es recomendable que solicite apoyo y acompañamiento profesional por su salud y la de su bebé.